
Las ciguatoxinas son toxinas marinas producidas por microalgas de los géneros Gambierdiscus y Fukuyoa que se acumulan en las redes tróficas, pudiendo llegar al consumidor provocándole una intoxicación llamada ciguatera. La ciguatera se caracteriza por trastornos neurológicos, gastrointestinales y cardiovasculares graves, que generalmente desaparecen en unos pocos días o semanas, pero que pueden persistir durante meses o años.
El IRTA ha desarrollado dispositivos bioanalíticos basados en anticuerpos para detectar la presencia de ciguatoxinas en muestras de pescado. Actualmente, se dispone de tres formatos: i) ensayo colorimétrico basado en el uso de partículas magnéticas como soportes de inmovilización de anticuerpos; ii) biosensor electroquímico basado en partículas magnéticas y electrodos magnetizados; iii) biosensor electroquímico basado en un potenciostato portátil conectado a un smartphone.
Las toxinas marinas son responsables de numerosos casos de intoxicación alimentarias por lo que la disponibilidad de herramientas bioanalíticas específicas, sensibles, rápidas, económicas y fáciles de usar es de gran valor.
Destinado a laboratorios de análisis y administraciones responsables de la seguridad alimentaria.
BENEFICIOS ESPERABLES:
• Bajo coste y facilidad de uso.
• Detección de 4 congéneres de CTX en equivalentes de CTX1B.
• Límite de detección de 0.001 μg/kg.
• Límite de cuantificación de 0.005 μg/kg.
• Rapidez (poco más de 2 horas).